MI PRIMERA PAELLA
El arroz y yo no hemos congeniado mucho hasta hace poco.
Mi familia tampoco ha cooperado para que esta relación mejorara con el tiempo.
Conseguir que quedaran sueltos los granos del arroz , más bien parecia una de las tareas imposibles de Hércules , a lo que ,había que añadir la escrupulosa inspección de mis adorados comensales, enconados en la busqueda de alguna partícula de ajo o de cebolla que pudiera amargarles la comida o el día. Eso en caso de un sencillo" arroz a la cubana", que ¡si me esmeraba en añadir algún otro producto!.............
Pero, la vida está llena de sorpresas y una de ellas coincidió con mi osada invitación a los amigos ( nunca mejor dicho) a la degustación de mi primera paella.¡No faltó ni uno!
Apunté los ingredientes uno a uno , los compré y me lancé a seguir los pasos que había anotado en mi libreta .
El resultado asombroso ,y la sorpresa.... mis comensales habituales , la familia, al unísono me reprocharon que nunca a ellos les hacía una paella y me dedicaba a mis amigos.
El próximo día anotaré la receta para no olvidarla nunca , nunca.
Me duelen los silencios y, sin embargo ,
encuentro en el silencio el placer de sentir la vida.
Envuelta en su túnica de estrellas
aparece , otra vez, la luna silenciosa
y me mira
me mira y no dice nada.
Se revuelven mis entrañas
en el pequeño espacio de este cuerpo,
mientras siento en el pecho el vacio sosegado.
Late este corazón ,sin sonido,
perdiendose en el vacio entre latidos,
harto de movimientos repetidos
