Escuchaste sus palabras
con ojos asombrados y
te apoderaste de su voz.
Os convertisteis en la música
nocturna de tus sueños.
Posaste tus manos
en su cabello enmarañado
y, te perdiste entre su pelo
buscando peces de oro.
Te alejarás en su momento y,
ella se aferrará a tus dedos,
a los peces de colores de tus redes.
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